«IR MÀS ALLÁ DE LA RELIDAD Y NUESTRA REALIDAD» boletín de navidad

La Institución Universitaria CESMAG, dada su identidad católica, fundamenta su labor educativa de alto nivel en el marco de los principios evangélicos y la pedagogía franciscano-capuchina, en aras de formar a la persona integralmente, con un alto sentido y compromiso social, y propositiva en la construcción de un país que goce de paz y justicia.

Para tal fin, uno de los proyectos que la Institución lidera, es el de Misiones, cuyo propósito es promover el carisma Franciscano – Capuchino a través del servicio, dinamizando en todos los estamentos de la comunidad universitaria la responsabilidad social y la formación integral de la persona, apoyando los procesos académicos e investigativos para que sean soporte de una transformación social.

En este sentido, busca:

–          Desarrollar procesos formativos relacionados con la Espiritualidad Franciscana complementarios de la academia, que abarque a los diferentes estamentos de la comunidad universitaria y los proyectos misionales de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.

–          Promover la movilidad misionera de estudiantes, personal directivo, docente y administrativo, egresados y demás miembros de la comunidad universitaria; hacia y desde los espacios en los cuales se hace viva la espiritualidad Franciscana a nivel local, regional, nacional e internacional.

–          Conocer, analizar y actuar dentro de la realidad de los grupos sociales identificados, con el fin de proyectar la formación académica y la investigación en el mejoramiento de sus condiciones de vida.

Paz y bien.

IR MÀS ALLA DE LA RELIDAD Y NUESTRA REALIDAD

Es necesario iniciar la reflexión con la presentación de un hecho de gran importancia que permitió comprender ¿Qué es la misión franciscana en tiempo de Navidad en el Amazonas? Para ello, tomamos un aporte de San Francisco de Asís el cual tuvo eco en la vida y misión de quienes aceptamos y decidimos respetar y vivenciar esta experiencia, partiendo del hecho en que todos los seres humanos debemos vivir la virtud de la humildad, con un corazón alegre; que en algunos momentos debemos dejar la familia y amigos, para aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas; permitirnos, además, ser capaces de ver la grandeza de Dios y la pequeñez del hombre en las comunidades indígenas del Amazonas: Tikuna, Yagua y Cocamas, las implicaciones que ello tiene para la entorno de estas fechas y la realidad que se vive hoy en día.

Abrazo Fraternal de Amor

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Partiendo de este pensamiento y la frase “Abrazo Fraternal de Amor” que se evidencia en la labor de los hermanos capuchinos y en especial en el Padre Rodolfo, fue importante para nosotros los misioneros de la I.U. CESMAG: Heldridgek, Daniela, Alegría, y Eunice en compañía de otros misioneros del interior del país, quienes decidimos valorar la palabra y ejercer la predicación con sobriedad, sin nada que dificulte el camino al encuentro con el otro manteniendo plena libertad, de tal manera que los cuidados y preocupaciones terrenales no entorpezcan la completa dedicación a nuestra tarea de anunciadores de la bienaventuranza, respetando sus tradiciones y costumbres permitiendo con la interacción conocer su diversidad, apreciar la riqueza cultural en el contexto de su propia identidad que tienen significado humano y con un gran acervo cultural que no se puede ignorar, ya que ellos son parte de la diversidad.

 

¿Cómo se lo realizó?

Reunidos en la casa de los hermanos capuchinos en Leticia, se dispuso a través del diálogo la asignación de los misioneros y sacerdotes hacia las diferentes lugares, en donde cada vida de los misioneros, como la de Jesús, representan un compromiso con la fe en la humildad de la vida cotidiana, especialmente en las comunidades indígenas del Amazonas, en donde llevamos el testimonio de amor, de ese amor del niño Jesús que ha venido a mostrarse en este tiempo de navidad, sin discriminar a nadie, por el contrario acercarnos a todos ellos a través de la misión que encierra a Dios.

Ahora bien, por parte del Padre Rodolfo nos hace la invita a vivir la Navidad mediante la proclamación de la palabra de Dios y viviéndola a través de la predicación del evangelio en función de la vida sencilla de San Francisco, en donde nos resaltando su legado «enviados al mundo entero para dar testimonio, de palabra y de obra, de la voz de Dios» ante todos los hombres, aspecto que nos permitió interactuar con las comunidades partiendo con las palabras “Paz y Bien”, la cual fue una invitación abrir el corazón a la paz con un principio de renovación en donde se cambió la tristeza por la alegría, el enojo por gozo, aspecto que nos permitió un acercamiento acompañadas de las buenas intenciones y las buenas palabras las cuales fueron custodiadas de un trabajo que tuvo como legado «la responsabilidad social y espiritualidad», es así que nuestra presencia en este tiempo de navidad tuvo como legado que los niños, jóvenes, adultos y comunidad en general tengan la habilidad para reconocer, armonizar las diferencias que existen al interior de cada familia, buscando los diferentes medios para perseverar la transmisión de valores, creencias, mitos conocimientos, prácticas en donde la navidad franciscana sea vivenciada en familia y lograr un desarrollo social y emocional.

Una vez asignado los grupos y los lugares se procedió a realizar el camino que consistió en navegar por el rio amazonas, que para cada uno de los misioneros es una experiencia inolvidable, ya que el viaje deja ver que cada lugar que recorrimos es particular porque se impone el calor y la humedad de la selva acompañado de los árboles, esas benevolentes y silenciosas estructuras, vierten y cubren los diferentes lugares los cuales se hacen particulares y especiales y el primer lugar fue Nazaret, luego se sigue el recorrido y les corresponde a la comunidad de Arara, Santa Sofía y por último se ubica Zaragoza a 45 kilómetros en donde las misioneras, Magnolia, Claudia, Esperanza y mi persona Eunice Meneses llegamos al lugar a compartir la Navidad.

A medida que la comunidad nos fue conociendo, fue sencillo llegar a cada uno de sus hogares a realizar la invitación de participar y compartir la navidad, en donde asistieron de todas las edades y se les explicó la importancia de la fiesta de la Navidad en los cristianos, por estas razones se solicitó que el pesebre debe estar en cada hogar y en especial muy cerca de toda la comunidad y para ello <<es fundamental que todos ustedes colaboren en su elaboración>>.Una vez realizado el diálogo por parte de los infantes y jóvenes se escuchó decir: <<bueno que tareas realizaremos para elaborar nuestro pesebre? >>. Ante esta pregunta por parte de las misioneras se procede a asignar tareas a cada uno de los asistentes diciéndoles: los grandes que traigan ramas, los infantes elaboren las imágenes de los reyes magos, la sagrada familia y los diferentes animales de su región y especial la mula y el buey. Al dar estas tareas se evidencia la creatividad de cada uno de los asistentes para su elaboración aspecto que fue generando la unión, la generosidad, la amistad, la colaboración y cooperación, la cual fue acompañada cantando villancicos y sana diversión.

 

 

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Comunidad de Libertad

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Comunidad de Zaragoza

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es bueno también decir, que dentro de la elaboración del pesebre, se evidencio en los infantes la empatía, la participación llevando a las misioneras y al Padre Serafín, el deseo de comprender lo que sentían los infantes cuando íbamos a su encuentro ya sea para jugar o elaborar el pesebre, en algunos momentos hubo la necesidad de escucharlos sin juzgarlos, hablar sin sermonear, mirar sus rostros serios, sus miedos, necesidades sin sentirse extraños y en otros momentos quisimos extraer una sonrisa de sus rostros serios.

Pero, poco a poco, con el paso de los días, fueron cada uno de ellos quienes nos enseñaron que los infantes  son iguales en todas partes del mundo, y en silencio nos dijimos <<un niño es un niño, a pesar de su condición social o lugar del que provenga>>, ya que sus miradas, sonrisas y muecas fueron sinceras, frescas y llenas de vida, esas que nos regalaron sin condiciones, sin esperar nada a cambio, las mismas aquí y allá cuando descubren que llevamos una cámara y sin querer nos regalan su rostro para ser fotografiados al momento de recortar, cantando los villancicos y a través del juego en donde la confianza que nos brindaron se convirtió en una amabilidad ante los otros.

Ahora bien, fue necesario que en cada lugar asignado elaboremos el pesebre, y fuimos involucrándolos en la creación del mismo, en Zaragoza, Libertad y Puerto Triunfo organizar este poblado donde llegará el Niño Jesús es todo un rito y la misioneras empezaron a dedicar el tiempo necesario y llenan ese momento de mucho amor, los infantes, ayudaron en la decoración y se interesan mucho por las novenas que se realizará, también se integran con la música que nunca falta, en estos días el espacio y la elaboración del pesebre fue la carta de invitación para que todos lleguen a la capilla. Se podría decir entonces que el pesebre elaborado a partir de figuras magnificadas de muñecos, se hizo pensando en los niños, allí cada infante juega y a la vez aprende que estamos esperando la venida del Niño Jesús.

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A causa de esto, se puede decir que la Navidad fue muy significativa para la comunidad y su celebración tuvo algo en particular, ya que nuestras visitas era de la siguiente manera: en Zaragoza nuestra participación comenzaba   en la mañana de 9 a 12 en donde se organizó el pesebre, en la tarde a partir de la 1:30 nos recoge Don Francisco catequista en su peque, peque y nos lleva a Libertad ahí se quedaba Magnolia y Claudia quienes de igual manera realizaron el pesebre buscando en cada una de sus figuras que se diseñaron y en especial la sagrada familia la realización del nacimiento como una forma de evangelizar y entrar en reflexión acerca del significado del nacimiento espiritual del Redentor.

Comunidad de Libertad

Por otra parte Esperanza y mi persona Eunice seguíamos   camino a Puerto Triunfo, en donde compartíamos estos momentos desde las 2: 30 pm hasta las 6:00, en este lugar se puede decir que nuestra cultura aportó al pesebre no sólo sus elementos materiales en los que se resolvía la fe colectiva y la individual, sino también el comportamiento ritual y festivo que los procesos de transculturación en donde la elaboración de las figuras del pesebre fueron diseñando hasta hacerlos característicos de cada zona, es decir realizando ofrendas desde cantos hasta rezos. En los tres lugares asignados se buscó en todos momentos que la navidad sea una fiesta dedicada exclusivamente a los niños, donde además de compartir con algunos miembros de la comunidad se hizo entrega de detalles, pero ante todo, el crecimiento en valores.

Comunidad Puerto Triunfo

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Una vez elaborado el pesebre en los tres lugares, se procese en cada uno de los días a celebrar la novena en comunidad resaltando la importancia que tiene el niño Jesús en el pesebre y en la vida cristiana, destacando que el niño Jesús, es un niño generoso, transparente, tierno, espontáneo, confiado, bondadoso, limpio de corazón y sobre todo dócil; quien nos enseñó que lo más importante es dar y recibir amor, de ser solidarios, de alimentar el espíritu y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, siendo la forma más sencilla y el mejor regalo que fuimos   ofreciendo a cada uno de los niños, jóvenes y comunidad buscando renovar la fe en Dios, amar a los demás, poner en alto el amor, la paz y disfrutar con alegría y espiritualidad.

De modo similar, fue también la importancia aprender a jugar con los infantes, en donde nos enseñaron con sus acciones a conocer la belleza de la selva en la sencillez de sus juegos, ya que en cada recorrido que se hacía nos enseñaron a conocer los árboles de mango, guabas, copo a su, guayabas, chontaduros y las uvas silvestres, o por el contrario mover las ramas de un árbol y observar la enorme cantidad de insectos que viven en las hojas o debajo de las piedras, quizá para mucha gente no tendrá sentido, pero a nosotras estas actividades sencillas nos permitió estar al tanto de conocer la naturaleza, los animales y las plantas, quienes además nos ilustraron a palpar la textura de los árboles, oír los cantos de las aves que viven en su copa y respirar a fondo los olores del campo. En otros momentos nos demostraron que al utilizar unas ramas secas y ponerlas que las golpeen una contra otra les produce música y/o escuchar alguna melodía.

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Gran asombro me lleve que a pesar de tener experiencia en el “juego”, es difícil explicar con palabras la cantidad de detalles, matices, experiencias, variantes que puede tener estas actividades que generan placer y curiosidad y ver el éxito para intuir que algo nuevo se puede aprender, ya que el espacio la procedencia social y cultural de los participantes, inclusive su edad me dejaron perplejos al mirar sus habilidades motrices básicas, en donde la experiencia es todavía más enriquecedora e inolvidable, porque cada niño en su lugar demostraron que jugar con pedazo de lámina, trepar a los arboles con facilidad, jugar descalzos y lanzarse al rio a nadar sin tener en cuenta nada, solo el hecho de jugar; me despertaron sentimientos de respeto hacia los mismos, ya que comprendí que en los juegos indígenas no hay un premio para el equipo vencedor, el mejor trofeo que ellos reciben es la propia convivencia, en donde se prioriza el placer el cual trae consigo alegría, sensación agradable, bienestar, la sensibilidad trae la percepción del otro, los encuentros y desencuentros, las emociones y la sensación de ganar, de perder y de superarse.

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Este aspecto de convivencia observado en los niños indígenas de Zaragoza, Libertad y Puerto Triunfo refleja la identidad de las culturas autóctonas, que promueven la ciudadanía indígena, la integración y el intercambio de valores tradicionales, incentivando la práctica colectiva de juegos tradicionales y de las manifestaciones culturales en la imagen, etnia de los Tikuna, Yagua y Cocamas del Amazonas.